Observación de aves
Al acabar la temporada de cría, la duración de los días comienza a menguar, la disponibilidad de alimento se reduce y se despierta el instinto de migración. Las aves abandonan los territorios del centro y norte de Europa para dirigirse a lugares de clima más suave.
Durante la primavera y el otoño, miles de rapaces diurnas atraviesan Europa para llegar a sus zonas de reproducción o de hibernación, en un largo trayecto durante el cual deben enfrontarse a cordilleras, mares, desiertos y dificultades climatológicas.
Muchas especies realizan movimientos de corto recorrido, hacia el área mediterránea o el norte de África, o se dispersan por la Europa central, como es el caso de algunas aves rapaces que hacen este tipo de movimiento migratorio. Otras especies de rapaces realizan una migración de largo recorrido: son las migratorias transaharianas, ya que llegan a latitudes al sur del Sahara.
¿Cómo podemos ver estas aves?
Los miradores de Canòpolis y la Morella son puntos óptimos del macizo de El Garraf para observar este fenómeno. Las aves que llegan por el valle del Llobregat se encuentran con el Mediterráneo, una barrera que no pueden franquear. Tras reponer fuerzas en el Delta del Llobregat, las corrientes de aire ascendentes de El Garraf les facilitan retomar el viaje.