Conservación de la biodiversidad
El Montseny es el macizo más alto y extenso de la Serralada Prelitoral Catalana, formado por tres unidades montañosas que rodean el alto valle de la Tordera: el Turó de l’Home (1.706 m) y Les Agudes (1.705 m), el Matagalls (1.697 m) y el Pla de la Calma (Puig Drau, 1.344 m).
Presenta una gran diversidad de climas y paisajes a causa de su gradiente altitudinal, la proximidad al mar y la orientación de las vertientes. Estas condiciones permiten la presencia de una amplia variedad de hábitats, desde encinares mediterráneos hasta especies boreoalpinas en las zonas más altas elevadas
El Parque Natural del Montseny ocupa 31.063,9 ha y se extiende por tres comarcas (el Vallès Oriental, Osona y La Selva) y dieciocho municipios. Acoge una gran riqueza de flora y fauna, incluyendo especies endémicas como el tritón del Montseny (Calotriton arnoldi), la satarel·la del Montseny (Ctenodecticus masferreri) y la hierba de San Segimón (Saxifraga vayredana).
El desnivel considerable del macizo, su ubicación próxima al mar y la formación de nieblas estivales generan una diferenciación clara entre biomas mediterráneos, eurosiberianos y boreoalpinos, que hacen del Montseny una «isla biogeográfica», con diversos endemismos.
Históricamente, el Montseny ha estado influenciado por la actividad humana, especialmente por lo que se refiere al aprovechamiento forestal y agroganadero. Esto alteró el medio, pero también favoreció la biodiversidad en algunas zonas. Con el declive de la actividad agrícola y ganadera, el bosque ha recuperado muchas áreas. Sin embargo, la expansión urbanística y la intensificación agrícola han impactado en el entorno, pero la protección del Parque ha mitigado estos efectos.
Clima
El Montseny cuenta con una extensa red de estaciones meteorológicas, de las cuales siete son termopluviométricas manuales y cuatro automáticas operativas dentro del Parque. Las temperaturas medias anuales varían según la zona, siendo el sector sur y suroeste el más cálido (14,5ºC), el noroeste un par de grados inferiores (alrededor de los 12,5ºC) y el noreste el más frío (11ºC). La estación del Turó de l'Home, situada a 1.700 m, registra una media anual de 6,6ºC.
Las temperaturas mensuales muestran el patrón típico mediterráneo: cálido en verano (20-24ºC en las partes bajas, 15ºC en las partes altas) y frío en invierno (7-3ºC en las partes bajas, cerca de 0ºC en las partes altas). La barrera orográfica del Montseny causa una elevada precipitación, especialmente en las partes altas, con lluvia media anual que varía de 700 l/m² en el sector oeste a 1.000 l/m² en el sector este. La distribución de la lluvia es típica mediterránea, con inviernos y veranos secos y primaveras y otoños lluviosos.
Los datos indican que el Turó de l'Home y el Matagalls marcan un límite bioclimático, separando un ambiente mediterráneo en el oeste y un ambiente atlántico al norte y este.
En conclusión, el Montseny presenta una gran diversidad climática: clima mediterráneo al sur, oeste y partes bajas del este; clima atlántico en la parte central y vertiente norte; clima submediterráneo a altitudes medias y vertientes norte y noroeste; y clima subalpino en las partes más altas.
Geología
El Parque Natural y Reserva de la Biosfera del Montseny presenta una litología compleja con varias tipologías. En el norte de Arbúcies hasta Santa Fe, predominan las granodioritas, mientras que en el sur de Arbúcies hay materiales metamórficos silíceos, cuaternarios, conglomerados y arcillas, y materiales metamórficos calcáreos en Gualba. Al este de Santa Fe y Vallforners hay leucogranits y pórfidos.
Las cumbres del turó de l'Home, las Agudes y el Matagalls están formados por materiales metamórficos silíceos, que también se encuentran a Can Cuch (Cànoves). El sector central y oeste del Parque también están dominados por materiales metamórficos silíceos, con excepciones en varias zonas de calizas. En la periferia noroeste, especialmente en Aiguafreda, hay conglomerados y greses.
Se han identificado siete áreas de interés geológico al Montseny y su periferia: el coll de Romagats, donde encontramos abanicos aluviales de los primeros estadios de relleno de la cuenca del Ebro; la discordancia del Brull y Paleozoico del Avencó, donde se observa una discontinuidad geológica que separa el zócalo paleozoico y la capa mesozoica-cenozoica; el plan de la Calma, que presenta una discordancia pretriàsica; la también discordancia petriàsica a Ca n'Agustí, donde se puede hacer una reconstrucción de los procesos entre la era primaria y la secundaria; las minas de Sano Marçal, que son unos yacimientos del Paleozoico con rocas plutónicas prehercinianes y filonianas asociadas; els cingles de Bertí, una área fuera del Parque con rocas metamórficas, ígneas hipabissals y sedimentarias; y los mármoles de Gualba, una explotación de mármol de gran calidad en yacimientos tipos skarn.
Todos estos espacios, por su gran interés geológico, están incluidos en el Inventario de espacios de interés geológico de Cataluña (IEIGC).
Hidrología
El sistema hidrológico del Parque Natural y Reserva de la Biosfera del Montseny nutre tres cuencas hidrográficas: el Besòs, el Ter y la Tordera, e incluye una veintena de unidades hidrográficas que se subdividen en casi dos mil pequeñas subconques. Estas unidades se diferencian por sus características morfológicas e hidrológicas, y el subsuelo presenta varias formaciones geológicas con propiedades hidrogeológicas específicas.
Las principales unidades hidrogeológicas incluyen granitos superficiales y meteoritzats y granitos fracturados y poco meteoritzats de las rieras de Arbúcies y Vallforners, fil·lites y esquistos fracturados, calizas de la riera de la Avencó, brechas y conglomerados del plan de la Calma, greses y conglomerados fracturados del Triásico del Congost, calizas triàsiques fracturadas del Congost, y materiales aluviales cuaternarios asociados en los cursos fluviales existentes.
Estos acuíferos se caracterizan por su porosidad y permeabilidad, adquiridas por fracturación, con fallas de diferente magnitud que conectan varias unidades. Las recargas provienen de la precipitación sobre la superficie, con zonas de recarga preferente donde la infiltración es más elevada, especialmente en lo alto de la riera de Arbúcies.
El sistema hidrológico del Montseny está interconectado por una red de fracturación que permite el movimiento del agua subterránea entre unidades, desde las zonas de recarga hasta las zonas de descarga natural como fuentes, torrentes y ríos. Este movimiento mantiene la recarga mínima constante, asegurando la estabilidad del nivel freático si no hay intervención humana.
EL agua es esencial para la biodiversidad del Montseny y para las actividades humanas tradicionales. Hay más de seiscientas fuentes y más de doscientos lugares de ambientes acuáticos, incluyendo balsas de reguera vinculadas a masías, que dependen de este sistema hidrológico.
Vegetación
El Montseny es una de las zonas con una mayor diversidad de especies de briófitos del noreste de la península Ibérica, y por este motivo se incluyó en la red de áreas importantes para los briófitos (espacio IBrA -25).
Se han identificado hasta ahora 340 taxones, de los cuales 72 de interés de conservación prioritaria y que tienen su límite de distribución en este espacio natural. En Catalunya, algunas especies de interés sólo se localizan en el Montseny y en los Pirineos, como son Anastrophyllum minutum, Bartramia halleriana y Grimmia funalis, entre otros. Otro taxón destacable es Buxbaumia viridis, especie incluida en la Directiva hábitats y catalogada como a vulnerable en el Catálogo de flora amenazada de Catalunya.
En el caso de los líquenes, las zonas altas del Montseny son las más estudiadas. En todo el macizo, hay más de 300 especies citadas, cifra que podría aumentar con más investigación en hábitats no explorados. Algunas de las especies más relevantes son Lobaria pulmonaria y Sticta fuliginosa.
Por lo que se refiere a los hongos, el Montseny puede ser uno de los espacios con más diversidad fúngica de Catalunya, con unas 1.800 especies citadas, de las cuales 800 son exclusivas de este territorio. Sin embargo, se calcula que podría haber hasta 5.000 especies en esta zona.
Según el catálogo de flora vascular del macizo del Montseny (Saéz, Pié y Carnicero, 2017), el número total de taxones es de 1.635, de los cuales 1.412 son autóctonos. Un 4 % de la flora vascular son especies de conservación prioritaria y mayoritariamente se encuentran en las partes altas y umbrías de los macizos del Matagalls, el Turó de l’Home y en el Pla de la Calma.
El Montseny actúa como una isla biogeográfica eurosiberiana en un entorno mediterráneo, con especies singulares como por ejemplo la hierba de Sant Cristòfol Cristóbal (Actaea spicata), la estellaria (Alchemilla alpina), el pensamiento del Montseny (Viola bubamii), entre otros. Estas especies ocupan zonas de esquejes, roquedales y prados mantenidos por la ganadería extensiva. El aislamiento ha favorecido la aparición de endemismos como la hierba de San Segimón (Saxifraga vayredana), Saxifraga genesiana o diversas especies del género Hieracium. Las dos especies de flora de más interés de conservación son el helecho Botrychium matricariifolium y la orquídea fantasma (Epipogium aphyllum), ambas en peligro de extinción en Cataluña.
Algunas de las otras especies de interés para el Parque son el falso helecho macho (Dryopteris affinis cambrensis), el sello de Salomón (Polygonatum verticillatum), Dryopteris dilatata, el helecho real de agua (Osmunda regalis), la falsa fresa potentilla rupestre (Potentilla rupestris) y el sauce saúco rojo (Sambucus racemosa).
Por lo que se refiere a los hábitats, el Parque Natural y Reserva de la Biosfera del Montseny cuenta con 167 hábitats CORINE. Los encinares y los alcornocales son los más dominantes y cubren el 60 % de la superficie. Las maquias, matorrales y brollas representan el 12 % de las comunidades. Los hábitats centroeuropeos, como los hayedos, los abetales, los castañedos, las landas y los zarzales se extienden en el 23,4 % del territorio. Los pastos (4 %) y los cultivos (3 %) tienen una presencia reducida. De estos hábitats, 26 son de interés prioritario y se encuentran principalmente en las partes altas del Matagalls, el Turó de l’Home y el Pla de la Calma.
Fauna
Según la diagnosis incluida en el Plan de Conservación del Parque Natural y Reserva de la Biosfera del Montseny, en el macizo se han citado 4.334 especies de fauna invertebrada. Algunas especies de invertebrados de muy alto interés que fueron citadas hace unas décadas y que actualmente ya no se han reencontrado en el Parque son el escarabajo ermitaño (Osmoderma eremita) o la hormiguera grande (Phengaris arion).
Otras especies de fauna invertebrada todavía presentes y de mucho interés por el espacio son: tres especies de moluscos (Montserratina martorelli, M. bofilliana y Norelona pirenaica), el cangrejo de río autóctono (Austropotamobius pallipes), el escorpión ciego (Belisarius xambeui), la blaveta del crespinell (Scolitantides orion) y la blaveta de la espantallops (Iolana debilitata), el banyarriquer del haya (Rosalia alpina), el gavilán de agua (Oxygastra curtisii) y la saltarel·la de Montseny (Ctenodecticus masferreri) como más destacables.
En cuanto a la fauna vertebrada, se han identificado 246 especies en el Parque, a pesar de que algunas se consideran recientemente extinguidas o no hay bastante información para confirmar su presencia actual. De estas, 76 especies son de interés de conservación. Un 2,2% de las especies se consideran de muy alto interés de conservación, incluyendo especies endémicas del Montseny o aquellas con poblaciones muy localizadas y fragmentadas, en estado crítico de conservación.
En el caso de los peces continentales, en España existen 46 especies autóctonas y 27 de alóctonas, con un grado de endemismo del 72% por las especies de agua dulce. En Cataluña, hay 23 especies autóctonas y 21 de introducidas. En el Parque Natural del Montseny se han identificado 12 especies de peces, de las cuales solo 4 son autóctonas: la anguila (Anguila anguilla), la bagra catalana (Squalius laietanus), la espinilla de montaña (Barbus meridionalis) y la trucha (Salmo trutta).
En cuanto a los anfibios, el 70% de las especies presentes en Cataluña se encuentran al Montseny. De las 13 especies, hay que destacar el tritón del Montseny (Calotriton arnoldi), especie endémica de este macizo y en estado crítico de conservación. Otras especies relevantes son: el tritón palmado (Lissotriton helveticus), el sapo de acicates (Pelobates cultripes) y la rana roja (Rana temporaria).
En cuanto a los reptiles, la península Ibérica es una de las regiones con mayor riqueza de especies de Europa, con 50 especies terrestres identificadas, 32 de las cuales presentes en Cataluña. En el Montseny, se han identificado 18 especies de reptiles autóctonas, destacando tres de interés de conservación: el lludrió listado (Chalcides striatus), la víbora ibérica (Vipera latastei) y el galápago leproso (Mauremys leprosa). El lludrió listado (Chalcides striatus) es la especie más peculiar, el cual busca ambientes húmedos y frescos, si bien de unos años acá en los seguimientos que se realizan de este grupo no se ha detectado su presencia al Montseny.
En relación con los pájaros, a Europa hay 514 especies de pájaros nidificantes, 377 en España y 232 en Cataluña. En el Montseny, se han identificado 141 especies de pájaros, con evidencia de nidificación en 98. El Plan de conservación establece 11 especies de interés de conservación alto o muy alto, como la tallareta vulgar (Sylvia communis), la lechuza (Tyto amanecer), el mirlo roquero común (Monticola saxatilis) y el verdugo meridional (Lanius meridionalis). Otras especies se consideran extinguidas en el Parque, como por ejemplo la terrerola vulgar (Calandrella brachydacyla) o lo tallarol enmascarado (Sylvia hortensis).
Finalmente, en referencia a los mamíferos, al Montseny, se han encontrado 52 especies, destacando principalmente el grupo del murciélagos, que representa el 34% del total. Especies destacables de quirópteros son el murciélago de cueva (Miniopterus schreibersii) y el murciélago de herradura mediterráneo (Rhinolophus euryale).