Conservación de la biodiversidad
El Espacio Natural de Les Guilleries-Savassona es un puente entre el Mediterráneo y los Pirineos que integra elementos paisajísticos variados, siempre exuberantes, que van desde los encinares hasta los hayedos. Los contrafuertes de Les Guilleries descienden hacia la riera Major y el valle de Sau, cerrado por los riscos majestuosos de Tavertet.
A poniente encontramos el sector más humanizado y agrícola, en contacto con la llanura de Vic, que incluye el lugar de Savassona.
Clima
El Espacio Natural disfruta de un clima mediterráneo continental húmedo. La precipitación es abundante o muy abundante en función del municipio, y la estación seca está en invierno.
Respecto a la temperatura media, no es muy elevada y el invierno es más frío, a menudo con inversión térmica y niebla. Se produce inversión térmica cuando la temperatura a ras de suelo es más baja que en lo alto de la montaña y el aire frío, más denso, no puede ascender y queda retenido en los valles. Esta situación meteorológica provoca que se generen nieblas y mares de nubes que, con su carga de humedad, tienen una influencia positiva en la vegetación.
Geología
Los riscos que rodean el pantano de Sau constituyen el paisaje más espectacular del Espacio Natural. Los materiales que los forman se sedimentaron, sucesivamente, hace unos sesenta y cinco millones de años, durante el período eocénico, por lo que podemos ver bandas de roca de colores diferentes. Encontramos margas, conglomerados y calizas, a menudo con una presencia abundante de fósiles.
Los riscales de Tavertet, Vilanova de Sau y Romegats son los más conocidos del Espacio Natural. Por su parte, en la zona de Savassona son más característicos los bloques de piedra.
Hidrología
Los meandros del Ter y las aguas de la riera Major crean una gran red territorial, con ambientes ecológicos de ribera de gran riqueza biológica. Es el legado de un río milenario: el Taceram ibérico, el Alba romano, nuestro Ter.
Como elemento emblemático del Espacio Natural que ha generado nuevos ecosistemas acuáticos, el embalse de Sau empezó a construirse en 1949 y finalizó en 1963. La esclusa mide 83 metros de altura y 260 de longitud.
Los 177 m3 de agua del embalse permiten generar 90 millones de kW h. Además, hoy cumple funciones sociales de ocio y es un sistema ecológico singular en medio del Espacio Natural.
La construcción del pantano cubrió de agua Sant Romà de Sau, una pequeña villa situada en el valle de la que todavía puede verse cómo sobresale el campanario.
Vegetación
La biodiversidad de Les Guilleries-Savassona es sorprendentemente alta. Esta riqueza biológica responde a la variedad de relieves y a la impronta de una actividad humana muy antigua.
Los ecosistemas agrícolas de la llanura de Vic están muy cerca de los riscos, del río Ter, del pantano y de una gran variedad de bosques en los que se mezclan vegetaciones mediterráneas y eurosiberianas. La fauna de cada ambiente es igualmente rica y específica. En resumen, el Espacio Natural es un territorio de alta biodiversidad.
Los bosques de encinares, robles y pinares son sobre todo propios de la parte de los espacios de interés natural de Savassona y Collsacabra, dentro del Espacio Natural, mientras que la parte de Guilleries, con un sustrato edáfico y más riqueza acuífera, cuenta con una vegetación más variada con castaños, hayedos y bosques de ribera.
El encinar es un bosque denso que se convierte en un cobijo seguro para la fauna... y para los legendarios bandoleros. El bosque de pino silvestre (Pinus sylvestris), presente a partir de 600 m de altitud, comienza a sufrir los efectos del cambio climático y en ciertas zonas se observa un decaimiento importante que requiere de una gestión silvícola adaptativa. Por otro lado, los bosques caducifolios cubren buena parte del Espacio Natural y no dudan en subirse por los acantilados. Además de los robles y las hayas (Fagus sylvatica), integran estos bosques la triga (Acer opalus), los arces blanco y negro, la gata de pastor (Sorbus torminalis) y, en los puntos más húmedos, el laurel-cerezo de Portugal (Prunus lusitanica). El interior de los bosques caducifolios es sombrío y húmedo, con helechos y musgos, y da cobijo a una gran variedad de fauna.
La riera Major nos muestra buenos ejemplos de bosque de ribera, una formación caducifolia de un verde claro que sigue en paralelo el recorrido de los cursos de agua. Los distintos tipos de árboles que constituyen los bosques de ribera, como las vernedas, muy bien conservadas, se disponen en franjas paralelas, más o menos alejadas del río en función de su humedad requerida.
Por último, cabe mencionar la existencia de especies de flora protegida como por ejemplo el tejo (Taxus baccata), el acebo (Ilex aquifolium) o la hierba de Sant Segimon (Saxifraga vayredana).
Fauna
En el Espacio Natural de Les Guilleries-Savassona entran en contacto la región mediterránea y la región eurosiberiana o centroeuropea, lo que le confiere rasgos bioclimáticos excepcionales para acoger gran diversidad de especies animales.
En cuanto a los mamíferos, el zorro o la vulpeja (en catalán, “guilla”) (Vulpes vulpes) es la que da el nombre al macizo de las Guilleries y no es difícil observarla al atardecer cómo atraviesa alguna pista forestal o alrededor de una masía. Es, junto al jabalí (Sus scrofa), uno de los mamíferos más grandes y emblemáticos del Espacio Natural. También pueden encontrarse ardillas, conejos, jinetas, garduñas, murciélagos... y recientemente se ha podido observar la presencia de gato montés (Felis silvestris). Por último, una especie de pequeños mamíferos emblemática en el Espacio Natural es el lirón gris (Glis glis).
Entre la fauna de ribera destacan el tritón pirenaico (Calotiton asper) y el barbo de montaña (Barbus meridionalis), especies que han visto alterado su ecosistema por el cambio climático y las especies exóticas invasoras.
En relación con los pájaros, se encuentran bien presentes los carboneros, sobre todo la carbonera y la azul, y la abubilla (Upupa epops). No es difícil observar el pito verde (Picus viridis) o el rompepiñas (Loxia curvirostra) y, de color vistoso y llamativo, el martín pescador (Alcedo atthis) es un buen indicador de los ecosistemas de ribera en los que vive.
Por otra parte, los elementos geomorfológicos de los riscos tienen las características necesarias para que sean habitados por rapaces como, por ejemplo, los buitres (Gyps flvus) y el alimoche (Neophron percnopterus). También están presentes las rapaces nocturnas como el cárabo común (Strix aluco) o el duque (Bubo bubo), este último en una tendencia de nidificación positiva después de sufrir una importante regresión en toda la comarca.
Por supuesto, los invertebrados son un grupo importante en el conjunto de la fauna, destacando las mariposas por la riqueza de la diversidad presente y el cangrejo de río autóctono (Austropotamobius pallipes) en los cursos de agua.
El equipo gestor del Espacio Natural realiza seguimientos ecológicos de las especies principales para conocer su presencia y evolución dentro del Espacio Natural. Además, participa con estos datos en diferentes programas de mayor envergadura para conocer la situación de las especies a nivel autonómico, estatal o internacional. Podéis consultar toda la información relacionada en el espacio de la web de Conservación de la biodiversidad.
